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viernes, 24 de septiembre de 2010

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Fuente: Carta Popular N' 540 - 31 de Agosto de 2007



Ni Pilatos ni Pangloss



Poncio Pilatos, el que se lavó las manos, es el ejemplo de quien teniendo posibilidad de incidir en el desarrollo histórico define mantenerse a un costado, no comprometerse y dejar que otros asuman las responsabilidades. Dicen bien quienes afirman que los comunistas jamás actuamos así, ni antes ni ahora. Tampoco jamás hemos sido como el oráculo Pangloss, a cuya prédica de que “las cosas son como son”, Cándido atendía a pie juntillas.
La postura de los comunistas nunca ha sido sencilla, en tanto nuestra acción política está enmarcada siempre en una estrategia. Y bien se sabe: es mucho más fácil la crítica a todo o, en el otro extremo, el servilismo respecto del poder.
Asumir la responsabilidad de defender un programa de cambio realizado por el conjunto de la fuerza política, explicar el proceso contradictorio de avances en medio de la lucha de clases y la necesidad de desarrollar el bloque político-social-democrático-radical de los cambios no es tarea sencilla pero la asumimos como lo que somos: revolucionarios.
Claro que en todas las épocas, a los comunistas nos han dicho cosas de todos los colores desde sinónimos de «patrinqueros» hasta “piedra en el zapato”. Pero estuvimos y estamos en todos los frentes donde hay que poner lo que cada uno tiene; nunca nos fue muy mal ni nos va mal. No se trata de hacer cuentas de agallas pero basta ver dónde están y qué hacen los comunistas, en los comités de base, en los sindicatos, en el gobierno, en las distintas organizaciones sociales.
Esta actitud ético-política es lo que nos ha permitido ganar el respeto en diferentes ámbitos y sobre todo permitió que el Partido ocupara el sitio que ocupó y ocupa en la construcción y desarrollo de la unidad política, sindical y estudiantil. Ganando y perdiendo, pero como un referente para la izquierda uruguaya.
La izquierda está en el gobierno como resultado de un largo proceso de acumulación de fuerzas y de una estrategia de unidad. Nosotros junto a la gran mayoría de las fuerzas de izquierda nos sentimos responsables del destino de nuestro gobierno.
En los últimos tiempos vemos cómo desde distintos ámbitos se busca que el Partido cambie su actual posición. Con diferentes argumentos se trata de que nos alejemos del gobierno porque éste –según entienden algunos- ha “traicionado” al FA; otros tratan de que hagamos un servilismo ideológico y político al gobierno, porque “representa todo lo que es posible hacer por el momento”. Para lograr tales fines no se duda en buscar incluso el enfrentamiento entre los comunistas.
Hace una semana, el PCU envió al conjunto de los comunistas el siguiente comunicado de la fracción sindical partidaria, que transcribimos.
“El semanario Búsqueda continúa, en su último número, su campaña de confusión, difamación y división hacia el movimiento popular, especialmente hacia el PIT-CNT y aprovecha para seguir su agresión al Partido Comunista de Uruguay y sus dirigentes. Esta vez, empleando supuestas ‘fuentes sindicales cercanas al Instituto Cuesta Duarte´, desinforma que los problemas en el instituto se vinculan con la interna comunista en la cual ‘algunos quieren voltear a Astori sin importar que el Frente Amplio pueda perder las próximas elecciones´ y ‘Castillo no está en esa y por eso le pegan también a él´.
Nuestras convicciones unitarias y la fraternidad que practicamos y recibimos en el movimiento sindical, nos exoneran de buscar a las fuentes supuestas de Búsqueda. Por otra parte basta una línea para reafirmar el repudio a la política editorial del semanario de marras. Sí corresponde alguna puntualización sobre el asunto de fondo.
El PCU, parte de la conquista y ejercicio del actual gobierno, sabe que en una sociedad dividida en clases las contradicciones y tensiones son inevitables. Expresión de tales contradicciones en el gobierno, la política económica resulta, en aspectos esenciales, continuación de la impulsada por gobiernos anteriores.
Nuestro planteo es la imprescindible modificación del rumbo de la economía para resolver, de acuerdo con el programa del Frente Amplio, las necesidades postergadas del pueblo, haciendo un gobierno cada vez más frenteamplista y por ende marchando hacia un neto carácter popular, nacional y democrático. Sólo así se asegura la imposibilidad de que los partidos tradicionales recuperen el gobierno. Esto no se sintetiza en ‘voltear a Astori´ sino en modificar la orientación económica.
Por otra parte la consigna aprobada por el PIT-CNT para sus últimas movilizaciones –‘por otra política económica al servicio del pueblo´-, respaldada por la amplísima mayoría de los militantes sindicales, responde al Noveno Congreso del PIT-CNT que mandata a todos los miembros de la Central.
El Noveno Congreso señala: ‘Una de las grandes tareas de la etapa es actuar con todas nuestras fuerzas para generar las condiciones sociales y políticas para que se implemente un modelo económico que haga posible el Uruguay productivo con justicia social, ya que las actuales reglas de juego económicas y algunas políticas de ellas derivadas impiden concretar una salida popular, nacional y democrática´.
Finalmente agradecemos al semanario Búsqueda que de tanto en tanto nos dedique a los comunistas sus inútiles esfuerzos divisionistas reafirmando, con su agresión, la justeza de nuestra línea.”

Que la derecha busque dividirnos no nos sorprende. El problema es cuando otros, desde la propia izquierda, utilizando casi idénticos argumentos buscan los mismos objetivos. Deberíamos recordar dos cosas. Una, que cuando las clases dominantes te soban el lomo seguramente les estés haciendo el trabajo y la otra: que los que han querido dividir al Partido se han roto los dientes y tarde o temprano pasan a la sombra de la historia.
A quienes pretendemos continuar asumiendo la responsabilidad histórica desde el Partido Comunista de Uruguay no nos cabe distraer demasiado la atención en tan menores asuntos. Eso sí, es necesario poner bien en claro la verdad, es nuestro deber hacerla conocer, respecto de nosotros mismos y de la realidad que queremos transformar.
Transformarla desde la movilización popular organizada y proyectada estratégicamente desde cada instancia. Como lo fue el 25 de agosto Día del Comité de Base, lo será el Congreso del Frente Amplio en diciembre, la instalación de la Comisión Organizadora del II Congreso del Pueblo. Y en lo más inmediato, el próximo miércoles 4 en el teatro El Galpón, el lanzamiento de la campaña por la anulación de la Ley de Impunidad, al cual llamamos a participar masivamente como inicio de un trabajo que será arduo, diario, con el convencimiento que nos llevó al voto verde en 1989.
Y estará, no se tenga duda, el PCU en la médula de ese esfuerzo que redunde en el logro de toda la verdad y toda la justicia.

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